viernes, 29 de abril de 2016

Mi palomita voló




Mi palomita ya vuela,
ya estrena sus alas nuevas,
y mientras,
con el pico corta el cordón umbilical.
Ya eres libre palomita,
ya los barrotes corté,
vuela fuerte sin temor,
vuela lejos,
muy lejos,
con ambición.
Que nadie sujete tu vuelo,
que nadie corte tus alas,
no los dejes palomita,
guardate del gavilán.
Se valiente y decidida,
llevas  herencia de amor,
de ilusión,
de valor y libertad.
Nunca olvides que eres única,
ni que eres la mejor.
Tu puedes volar muy alto,
sé que lo conseguirás.
Cuando la fatiga te invada detente!
Coge aliento y vuelve a volar.
Cuando logres tus anhelos,
cuando quieras descansar,
acuérdate de tu nido,
vuelve a casa,
coge fuerzas, y luego...
vuelve a volar.






martes, 12 de abril de 2016

Donde se quedo la niña...







Donde se quedó aquella niña...
Donde se quedaron sus risas,
donde sus lágrimas...
Aquella risa cantarina
que se enredaba en el viento de la isla,
aquellas lagrimas que mojaron el suelo  volcánico,
las lágrimas que sus padres enjugaban.
La risa se quedó escondida
en los muros de la casa.
Las lágrimas se diluyeron
en las olas de la playa.
Donde se quedaron sus juegos,
donde los mimos de su padre,
donde las riñas de su madre.
Aquellos juegos con muñecas de cartón,
con los niños de la calle,
con el gato,
con los pellizcos del hermano.
Donde están aquellas noches de vela y quinqué
escuchando los relatos de su padre.
Cuan lejano quedó todo
más parece que fue ayer.
Los años pasaron y de la isla se fue,
luego creció y creció,
luego rió y rió,
con risa muy diferente.
Más tarde lloró y lloró,
con un llanto desgarrado,
más ahora sin el consuelo de los padres añorados.
La niña sigue ahí,
prisionera de otro tiempo,
luchando por escapar,
por recuperar su risa cantarina,
sus lágrimas dulces,
los juegos con las muñecas,
las peleas con su hermano,
los relatos de su padre,
añorando aquella casa y aquella isla volcánica.